El Rastro

El Rastro es una reflexión en sí mismo. Cada cual puede hacer la suya. Siempre digo que el mundo es redondo porque todas las ideas van girando para terminar encontrándose de nuevo con ellas mismas. Creo que es la influencia del giro de la Tierra, que nos hace mentalmente redondos (elípticos probablemente). Lo mismo les ocurre a los objetos que venden en el Rastro, que van girando y cambiando de posición y de dueño, hasta que por el inevitable movimiento de rotación vuelven algún día otra vez al Rastro, en movimiento perpetuo y completamente inconsciente. Si los objetos supieran que la Tierra gira, sería innecesario que se preocuparan por los años de crisis, que ya dice la Biblia que son los de vacas flacas, porque al final vienen siempre las gordas. De momento nos queda algún giro que dar a la situación actual, porque parece que hemos perdido el rastro de las vacas gordas y va a haber que ir a buscarlas, probablemente a eso que llaman el extranjero. A ese extranjero que nos molestaba tanto cuando nos quitaba el poco trabajo que teníamos porque nosotros no queríamos hacerlo cuando éramos ricos. En fin, debe ser la fuerza centrífuga que me acelera...

Pero no importa.

Sé que el mundo es redondo y la vida es larga. Y con eso me basta para saber que tengo que esperar una vuelta para volver al principio, como uno de esos objetos del Rastro. Hay que andarse con ojo, que parece que te venden de cualquier manera.