Algunas veces, las noches con luna y niebla densa, las sirenas del Retiro bajan a nadar al estanque.
Cuenta la leyenda que lloran, que los cantos de sirena son lamentos de dolor por mujer herida, maltratada.
Pero todo el mundo sabe que los cuentos son mentira, que no pasa.
No.
Están locas las sirenas.
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